27/10/11

...autobus magico...

John Paul Keith vuelve a la carga con otra colección de canciones directas, sencillas, pero hechas con gran amor. Un amor por el Rock and Roll que se mantiene insobornable y enciende la mecha de una tradición que une Rhythm and Blues, Swing,Garage, Country, Soul o Pop. Su nuevo trabajo se llama "The man that time forgot", y en poco más de treinta minutos John Paul Keith se merienda un gran pedazo de pastel de música americana con una colección de canciones propias, tan jugosas como la tradición musical que revive. 


John Paul Keith tras una amplia experiencia musical a mediados de los 90 en su Knoxville natal, posteriormente cambia su residencia a Memphis, Tennesse, donde por lo visto está a punto de abandonar la música, pero afortunadamente, la efervescencia musical local favorece la empatía con gente como Jack Oblivian o Harlan T Bobo, y es cuestión de poco tiempo que nuestro protagonista coja la guitarra de nuevo y forme su propia banda. Afortunados nuestros oídos por tan acertada decisión. "The man that time forgot" nos trae al tiempo presente gloriosas épocas pasadas de Rock and Roll, cuando realmente era una música popular, abierta, extravertida, un gran rito de diálogo natural con el público, mediante solicitud-respuesta, mucho antes de que el artista se ahogara en su propio endiosamiento. Pero sobre todo "The man that time forgot" crea un hilo de conexión basado en el ritmo, como antes lo hizo Fats Domino, Bo Diddley o Hank Williams, pero tampoco se limita a copiar los patrones originales de manera idéntica. John Paul Keith tiene su cancionero propio, y os aseguro que es una fuente inagotable de bienestar, son temazos como la copa de un pino que no están al alcance de muchos. Si me preguntaran que disco es mejor, si "Spills and Thrills" o este último, no me mojaría, ambos son impresionantes, y como en su día hice polvo mi copia de "Spills and Thrills" ahora le toca sufrir lo suyo a "The man that time forgot", y de momento me resulta imposible librarme de esas canciones. Adoro el tema que da título al álbum por su sencillez y ternura, "Never could say no" te espabila con unas palmas de lo más festivas, "Anyone can do it" es puro Bobby Fuller, el puente perfecto entreBuddy Holly y la British Invasion en los 60. "Afraid to look" engrasa el corazón con el nervio de la música de Garage. "Somebody ought to write a song about you" es una delicatessen Soul que te lleva de la mano por los estudios Ardent en Memphis en los 60 y 70, "Dry county" es un Rockabillyque seguro hace las delicias de los fans de Hi-Risers. "Bad luck baby" apunta al inmortal Buddy Holly pero con la perspectiva de la New Wave de un elegante Elvis Costello, y para coger carrerilla "I work at night" flirtea con el Swing más dinámico donde el órgano juguetón sustituye a la sección de metales. Pero que mejor que cerrar el disco con un sentido y melancólico Country como es "The last last call", en fin, que cada uno de los temas por una u otra razón es recibido con una enorme sonrisa, y este disco debería ser de obligada escucha para las gentes de bien y de mal vivir. 


1 comentario:

MadUrchin dijo...

Como no tenías bastante con las fotos, ¿ahora que te ha dado por escribir?